En algunas ocasiones pueden aparecer síntomas físicos como consecuencia de un trastorno psicológico, lo que recibe el nombre de somatización.
Como es posible que en algún momento te hayas encontrado en esta situación, en este artículo te vamos a contar qué es somatizar exactamente, sus síntomas más frecuentes y algunos consejos sobre cómo dejar de somatizar.
¡Sigue leyendo!
¿Qué significa somatizar?
Antes de explicarte nada, es fundamental que entiendas qué es somatizar.
La somatización es una condición en la cual una persona experimenta síntomas físicos que no tienen una causa médica conocida o que son exagerados en comparación con la causa médica subyacente.
Estos síntomas pueden ser el resultado de problemas emocionales o psicológicos, como el estrés, la ansiedad o la depresión, que se manifiestan en el cuerpo.
Los ejemplos de síntomas comunes de somatización incluyen dolores de cabeza, dolores musculares, problemas digestivos, dolores de estómago y fatiga.
La somatización es una condición compleja que puede ser difícil de tratar debido a la naturaleza psicológica de sus causas subyacentes.
Los síntomas de somatización pueden variar ampliamente de una persona a otra y pueden ser muy diferentes en gravedad y duración.
A menudo, las personas con somatización visitan a varios médicos y reciben una variedad de pruebas y tratamientos antes de que se establezca un diagnóstico preciso.
En cuanto al tratamiento de la somatización, puede incluir terapia con un psicólogo, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia de conversación, para ayudar a las personas a manejar sus problemas emocionales subyacentes.
También pueden recibir medicación para tratar los síntomas físicos, como los analgésicos para el dolor o los antidepresivos para la depresión.
Además, es importante que las personas con somatización reciban apoyo y comprensión de sus seres queridos y profesionales de la salud.
Es fundamental evitar los tratamientos médicos innecesarios y también puede ser beneficioso para las personas con somatización aprender técnicas de relajación y control del estrés para ayudar a aliviar los síntomas.
También es esencial señalar que la somatización no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma o un conjunto de síntomas que pueden ser indicativos de un problema subyacente.
Por eso es importante que un profesional de la salud realice un diagnóstico preciso y brinde el tratamiento adecuado para cada caso en particular.
Síntomas más frecuentes de la somatización
Los síntomas más comunes de la somatización son dolores o molestias físicas que no tienen una causa orgánica clara.
Algunos de ellos son dolores de cabeza, dolores de espalda y dolores abdominales, entre otros.
También pueden incluir síntomas como fatiga, debilidad, trastornos del sueño, trastornos de la digestión y cambios en la frecuencia cardíaca o la presión arterial.
Asimismo, estos síntomas pueden ser crónicos o recurrentes y a menudo son difíciles de tratar con tratamientos médicos convencionales.
Los principales síntomas físicos de la somatización principalmente se pueden dividir en estos grupos:
- Respiratorios y cardíacos: sensación de ahogo, taquicardias, dolores de pecho y mareos.
- Neurológicos: desvanecimientos, dolores musculares y cefaleas.
- Gastrointestinales: úlceras, dolores abdominales, intolerancias alimentarias y diarrea.
- Sexuales: irregularidad en la menstruación, impotencia y pérdida de apetito sexual.
Si identificas que alguno de estos síntomas está muy presente en tu vida y los médicos no son capaces de encontrar una razón física, es posible que sea una somatización por algún problema psicológico.
Es recomendable que acudas a un profesional de la salud mental para tratar de descubrir si hay algo en tu vida que realmente no vaya bien, aunque no lo sepas.
¿Por qué algunas personas somatizan y otras no?
Somatizar o no hacerlo depende de múltiples factores y cada caso es totalmente único.
Algunos motivos que pueden contribuir a la somatización son:
- Historial de salud: las personas que tienen un historial de enfermedad o trastornos mentales, como ansiedad o depresión, tienen más probabilidades de somatizar.
- Genética: algunas investigaciones sugieren que la predisposición a somatizar puede ser heredada.
- Estilo de afrontamiento: las personas que tienen dificultad para expresar sus sentimientos o problemas emocionales pueden ser más propensas a somatizar.
- Estrés: el estrés crónico puede aumentar el riesgo de somatizar.
- Ambiente: las personas que viven en ambientes estresantes o tóxicos pueden tener más probabilidades de somatizar.
- Psicología: algunas personas pueden tener una tendencia natural a centrarse en sus síntomas físicos, lo que aumenta el riesgo de somatizar.
Sin embargo, como te comentábamos, cada persona es un mundo y el motivo por el que alguien tiene tendencia a somatizar puede ser diferente.
En cualquier caso, ese síntoma físico puede ser una señal de que algo no está bien en nuestra mente, así que conviene escuchar a nuestro cuerpo.
¿Cómo dejar de somatizar?
Para terminar, una vez ya sabes qué es somatizar y cuáles son sus síntomas físicos más frecuentes, hablemos sobre cómo dejar de somatizar.
No hay una forma específica de evitar las somatizaciones, ya que estas pueden ser causadas por una variedad de factores, como el estrés, la ansiedad y la depresión.
Sin embargo, algunas formas de reducir el riesgo de somatizaciones son:
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda.
- Hacer ejercicio regularmente para liberar tensiones acumuladas en el cuerpo.
- Asegurarse de dormir lo suficiente.
- Pensar en cómo te sientes y trata de averiguar de dónde vienen esos sentimientos.
- Comer una dieta saludable y equilibrada.
- Buscar tratamiento para problemas de salud mental, como ansiedad o depresión.
- Hablar con otras personas sobre esos síntomas y tus pensamientos, pues hablar sobre los conflictos internos alivia el malestar.
- Buscar ayuda y apoyo de amigos y familiares.
- Buscar ayuda profesional en el caso de sentirte ansioso o deprimido.
- Hacer una actividad que disfrutes y te ayude a distraerte y relajarte, como leer, pintar o escuchar música.
Finalmente, es importante recordar que cada persona es diferente y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra, por lo que es fundamental encontrar la solución que mejor encaje contigo.
Esperamos que hayas descubierto qué es somatizar, sus principales síntomas y cómo dejar de somatizar.
Como siempre, recuerda que los profesionales de la salud mental están a tu disposición para lo que necesites.
