resiliencia psicológica

¿Qué es la resiliencia psicológica?

La resiliencia es una de las palabras de moda últimamente, pero, ¿Qué significa exactamente?

En este artículo te vamos a explicar qué es la resiliencia psicológica, cuáles son sus principales características y algunos consejos para potenciarla.

¡Vamos allá!

¿Qué significa el concepto de resiliencia psicológica?

La resiliencia psicológica se refiere a la capacidad de una persona para adaptarse y superar situaciones difíciles o estresantes de manera efectiva.

Las personas resilientes son capaces de mantener un buen estado emocional y físico, incluso cuando se enfrentan a desafíos significativos.

La resiliencia no significa que una persona no experimente dificultades o sufrimiento, sino que es capaz de encontrar formas de superar esos desafíos y seguir adelante con su vida.

La resiliencia puede manifestarse de varias maneras, como la capacidad de ser flexible y adaptativo, tener una red de apoyo, tener una perspectiva positiva y ser capaz de manejar el estrés y las emociones de manera efectiva.

Hay varios factores que pueden contribuir a desarrollar la resiliencia, como una infancia estable y segura, una educación positiva y apoyo emocional y una buena salud física y mental.

Sin embargo, también es posible desarrollar resiliencia a través de experiencias de vida y aprendizajes y algunos estudios sugieren que ciertas técnicas de afrontamiento, como la meditación y la terapia, pueden ayudar a mejorar la resiliencia.

Principales características de las personas resilientes

En cuanto a las características de las personas resilientes, estas son algunas de las más importantes:

  • Una perspectiva positiva: las personas resilientes suelen tener una perspectiva positiva y ver las situaciones difíciles como desafíos temporales en lugar de problemas permanentes.
  • Buenas habilidades de afrontamiento: las personas resilientes suelen ser capaces de manejar el estrés y las emociones de manera efectiva y tienen estrategias para enfrentar los problemas.
  • Redes de apoyo: las personas resilientes suelen tener una red de personas en quienes pueden confiar, como amigos, familiares o profesionales de la salud mental.
  • Autoeficacia: las personas resilientes suelen tener confianza en sus propias habilidades y en su capacidad para manejar situaciones difíciles.
  • Flexibilidad: las personas resilientes suelen ser capaces de adaptarse y cambiar su enfoque cuando las cosas no van bien.
  • Espiritualidad o sentido de significado: las personas resilientes suelen tener un sentido de significado o propósito en su vida que les ayuda a sobrellevar situaciones difíciles.
  • Autoconocimiento y autocompasión: las personas resilientes suelen tener una buena comprensión de sí mismos y sus emociones y son capaces de tratarse con compasión y comprensión.

Es importante señalar que la resiliencia no es algo que se tiene o no se tiene, sino un proceso y una habilidad que puede desarrollarse a lo largo de la vida.

Una de las maneras más efectivas para conseguirlo es acudir a un profesional de la salud mental para trabajar la resiliencia psicológica.

¿En qué situaciones me puede ayudar la resiliencia?

La resiliencia puede ayudarte en una variedad de situaciones difíciles o estresantes.

Algunos ejemplos de casos en los que la resiliencia psicológica puede ser especialmente útil son:

  • Pérdida de un ser querido: la resiliencia puede ayudarte a superar el dolor y el sufrimiento asociados con la pérdida de un ser querido y a encontrar formas de continuar adelante con tu vida.
  • Cambios importantes en la vida: puede ayudarte a adaptarte a cambios importantes en tu vida, como un cambio de trabajo, un divorcio o un traslado a otra ciudad.
  • Problemas de salud: la resiliencia puede ayudarte a manejar el estrés y la ansiedad asociados con una enfermedad o una lesión y a encontrar formas de seguir adelante a pesar de las limitaciones físicas.
  • Problemas financieros: puede ayudarte a enfrentar problemas financieros, como la pérdida de un trabajo o una deuda, y a encontrar formas de salir de esa crisis económica.
  • Desastres naturales o eventos traumáticos: puede ayudarte a manejar el estrés y la ansiedad relacionados con desastres naturales o eventos traumáticos y a recuperarte de los efectos a largo plazo.
  • Problemas en el trabajo: puede ayudarte a manejar el estrés y la presión en el trabajo y a encontrar formas de lidiar con problemas como el acoso laboral o el acoso en el lugar de trabajo.
  • Problemas de salud mental: la resiliencia puede ayudarte a manejar problemas de salud mental, como la depresión o el trastorno de ansiedad.
  • Problemas en las relaciones: puede ayudarte a manejar problemas en las relaciones, como conflictos con amigos o parejas, y a encontrar formas de resolver los desacuerdos de manera saludable.
  • Problemas en la educación: la resiliencia puede ayudarte a manejar el estrés y la presión ante exámenes, oposiciones o trabajos de fin de estudios.

Como ves, la resiliencia psicológica puede ser clave en los momentos más importantes de tu vida, por lo que potenciarla debería ser una prioridad para todo el mundo.

En el siguiente apartado te damos algunos consejos sobre ello.

Consejos para potenciar la resiliencia

Existen varias formas en las que puedes trabajar para potenciar tu resiliencia.

Algunos consejos que pueden ayudarte a desarrollar esta habilidad son:

  • Practicar la meditación o la respiración profunda: estas técnicas pueden ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad y aumentar tu capacidad para manejar las emociones.
  • Mantener una perspectiva positiva: trata de ver las situaciones difíciles como desafíos temporales en lugar de problemas permanentes y busca formas de sacar lo mejor de cada situación.
  • Fortalecer tus relaciones: rodearte de personas positivas y de confianza puede proporcionarte apoyo emocional y ayudarte a enfrentarte a situaciones difíciles.
  • Hacer ejercicio regularmente: el ejercicio puede ayudarte a sentirte mejor contigo mismo en medio de situaciones difíciles y te ayuda a aclararte la mente.
  • Aprender a afrontar tus sentimientos y problemas: trabaja en ti mismo para expresar tus sentimientos y problemas. Si sabes cuál es la causa del problema, te resultará más fácil llegar a la solución.
  • Acude a un psicólogo: si ninguna de las estrategias anteriores te funciona, un profesional de la salud mental sabrá darte las herramientas adecuadas para trabajar la resiliencia psicológica.

En definitiva, la resiliencia psicológica es una habilidad que puede ser muy beneficiosa para tu vida y encima se puede desarrollar.

Nuestro consejo es que trates de entrenarla para que cuando llegue una situación difícil seas capaz de sobreponerte sin problema.

Sara García Contigo Psicología Ávila
Artículo escrito por

Especialista en terapia con adultos con problemas de ansiedad, depresión, pareja, etc.

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