En algunas personas la tristeza puede convertirse en su estado de ánimo habitual, tratándose de depresión crónica.
Como es importante identificarla y saber cómo tratar a una persona que la sufre o cómo tratártela a ti mismo, en este artículo te contamos todos los detalles sobre este trastorno psicológico.
¿Qué es la depresión crónica?
Empezaremos por explicar qué es la depresión crónica.
Se trata de un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una tristeza persistente, pérdida de interés o placer en actividades cotidianas y cambios en el apetito, el sueño y la energía.
Los síntomas pueden ser leves o graves y pueden durar varios años.
Además, cabe destacar que la depresión crónica puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas y en ocasiones es difícil de tratar.
Cabe destacar que esta enfermedad puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o situación socioeconómica.
Además, la depresión crónica tiene un impacto significativo en la calidad de vida de las personas afectadas, pues influye en la capacidad de una persona para trabajar, estudiar, relacionarse con los demás y disfrutar de las actividades cotidianas.
Para terminar, la causa exacta de la depresión no se conoce, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores, incluyendo factores biológicos, genéticos, ambientales y psicológicos.
Síntomas de la depresión crónica
Con el fin de identificarla, es necesario que conozcas los síntomas de la depresión crónica.
Algunos de los más habituales son los siguientes:
- Sentimientos de tristeza, vacío o desesperanza.
- Pérdida de interés o placer en actividades que antes disfrutaba.
- Cambios en el apetito y el peso.
- Problemas para dormir o insomnio.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
- Sentimientos de inutilidad o culpa.
- Pensamientos de muerte o suicidio.
- Cambios en el patrón de sueño.
- Irritabilidad o cambios en el estado de ánimo.
- Dificultad para relacionarse con los demás.
- Falta de motivación o iniciativa.
- Dolores o molestias físicas que no tienen una causa física aparente.
Asimismo, es importante recordar que estos síntomas pueden variar en intensidad y duración y que no todas las personas experimentan todos los síntomas mencionados anteriormente ni de la misma manera, ya que cada persona y sus circunstancias son únicas.
En el caso de que identifiques que tú o una persona cercana tiene varios de estos síntomas, es posible que sufra depresión, pero lo más recomendable es que se acuda a un profesional de la salud mental para un diagnóstico adecuado.
Cómo tratar a una persona con depresión crónica
En el caso de que hayas identificado que un amigo o un familiar sufre este trastorno, es fundamental que tengas la información sobre cómo tratar a una persona con depresión crónica.
Estos son algunos consejos que puedes seguir:
- Escucha activamente: ofrece tu tiempo y atención y escucha sin juzgar o tratar de dar consejos.
- Demuestra empatía: trata de entender cómo se siente la persona y cómo afecta la depresión a su vida.
- Ayuda a la persona a buscar ayuda: anima a la persona a buscar tratamiento, ofreciéndole apoyo en la búsqueda de un profesional de la salud mental y acompañándolo en sus citas si es posible.
- Anímale a seguir con su tratamiento: ayúdale a recordar sus citas y a tomar sus medicamentos según las indicaciones.
- Ayúdale a mantener un estilo de vida saludable: a seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, descansar adecuadamente y evitar el alcohol y las drogas.
- Ayuda a la persona a establecer metas: que sean realistas y alcanzables y a dividirlas en pasos pequeños y manejables.
- Establece una red de apoyo: ofrece tu apoyo y ayuda a la persona para relacionarse con otros miembros de su familia y amigos que puedan ayudarles a superar la depresión.
- Ten paciencia: recuerda que el proceso de recuperación puede ser lento y que puede haber retrocesos.
Además, es importante recordar que la depresión es una enfermedad y que la persona que la sufre no tiene control sobre su enfermedad, no es responsable de su trastorno y necesita ayuda profesional para superarla.
Cómo tratar la depresión crónica
Para terminar, vamos a comentar cómo tratar la depresión crónica en el caso de que seas tú la persona que la está sufriendo.
El tratamiento de la depresión crónica puede incluir una combinación de terapia, medicamentos y cambios en el estilo de vida.
Además, es esencial que la persona con depresión crónica reciba atención médica de un profesional de la salud mental para determinar el mejor plan de tratamiento:
- Terapia: la terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia interpersonal, puede ayudar a las personas a comprender y manejar mejor sus pensamientos, sentimientos y comportamientos.
- Medicamentos: los antidepresivos son una opción común para tratar la depresión crónica. Estos medicamentos trabajan al cambiar los niveles de ciertos químicos en el cerebro que pueden estar desequilibrados en las personas con depresión.
- Cambios en el estilo de vida: algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a mejorar los síntomas de la depresión crónica. Estos pueden incluir practicar ejercicio regularmente, dormir lo suficiente, seguir una dieta saludable y equilibrada, reducir el estrés, dedicar tiempo a las aficiones, fortalecer las relaciones sociales y evitar el alcohol y las drogas.
Por último, es importante recordar que la depresión crónica es una enfermedad seria y requiere de tratamiento a largo plazo.
Por ello, lo más recomendable es que las personas con depresión crónica trabajen con un psicólogo en Ávila para encontrar el plan de tratamiento más adecuado para ellos y seguir tratando su enfermedad a lo largo del tiempo.
Finalmente, esperamos que gracias a esta información hayas entendido qué es la depresión crónica, cuáles son sus síntomas y cómo se debe tratar, tanto si eres tú la persona que la está sufriendo como si es una persona de tu entorno.
Recuerda que lo fundamental es apoyarse en los profesionales de la salud mental para que proporcionen las herramientas que se necesitan para superarla.